SOBRE LA FORMACION DE LECTORES “Ya en la Asamblea sinodal sobre la Eucaristía se pidió un mayor cuidado en la proclamación de la Palabra de Dios. Como es sabido, mientras que en la tradición latina el Evangelio lo proclama el sacerdote o el diácono, la primera y la segunda lectura las proclama el lector encargado, hombre o mujer. Quisiera hacerme eco de los Padres sinodales, que también en esta circunstancia han subrayado la necesidad de cuidar, con una formación apropiada, el ejercicio del munus de lector en la celebración litúrgica, y particularmente el ministerio del lectorado que, en cuanto tal, es un ministerio laical en el rito latino. Es necesario que los lectores encargados de este servicio, aunque no hayan sido instituidos, sean realmente idóneos y estén seriamente preparados. Dicha preparación ha de ser ta...
¿Cuál es el Valor del Ministerio de Lector? ¡Tiene un valor asombroso! Escuchen esto: “Cristo está presente en su palabra ya que es Él mismo el que habla cuando las Escrituras Sagradas son leídas en la Iglesia” (no. 7). (Repita y hable extensamente de esto) Esto viene de una autoridad de tanta confianza como lo es el documento del Segundo Concilio Vaticano: La Constitución de la Sagrada Liturgia. Esto significa que, como lector, cuando usted proclama las Escrituras durante la Liturgia de la Palabra, Cristo habla a través de usted. ¡Esto es realmente un gran privilegio! Piense en esto por un momento. Usted, el lector, no es simplemente alguien que se para delante de la asamblea Eucarística y lee en voz alta algunas palabras sagradas de una página impresa. Cuando usted proclama las lecturas bíblicas algo sucede –un gran misterio– que no sucedería si cada uno de los fieles en la congregación leyera en silencio las lecturas del misal para ellos mismos. ¿Qué hace a C...